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PA 114 Según Santo Tomás, la diferencia que hay entre santidad y religión, entre santo y buen religioso es tan imperceptible que noes más que una diferencia de razón. La religión es la virtud que dedica y con- sagra á Dios todos los actos del hombre, y la santidad es la dedicación ó consagración que el hombre hace á Dios de sí mismo y de todas sus obras. Religioso ó buen religioso es aquel que está ligado y religado íntimamente con Dios, y santo, según la fuerza eti- mológica de la palabra, es el que está unido á Dios con tal firmeza, que no puede separarse de El; y tanto al uno como al otro lo une con Dios el dulce y suave lazo del amor divino, sea mayor ó menor el número «de nudos que esa lazada tenga. De donde sesigue que santidad y religión, buen religioso y santo, aunque parezcan dos cosas muy distintas, son casi idénticas, son casi una sola y misma cosa. Si consideradas de este modo, se halla tanta iden- tidad entre la santidad y la religión, entre el santo y el buen religioso, consideradas desde otro punto de vista veremos también que apenas hay diferencia entre la santidad y la perfección cristiana, entre el varón santo y el perfecto. El Apóstol Santiago nos asegura que toda cosa buena y todo don perfecto nos viene de arriba, del Padre de las luces; ; y la fe nos dice y la razón demuestra que todo lo que da Dios, es porque lo tiene y lo contiene en sí por modo emi- nente y maravilloso. Luego un don tan alto como es la santidad, de Dios nos ha de venir por ser El la única fuente de Santidad, tan buenísimo y tan santí- simo que el cántico siempre antiguo y siempre nue- vo que resuena en las alturas, es el ¡Santo, Santo, Santo! que hace extremecer de júbilo al Empíreo, co- mo testimonio perenne -y jamás interrumpido de la santidad divina. Ahora, pues, la santidad en Dios ¿qué es?. ¿Es su misericordia, su justicia, su inmensidad, su omnipo- tencia ó cualquiera otro de sus atributos?¡No! la Teo-

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