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XVI Errores acerca de la perfección religiosa. Nolíte errare, fratres mei dilectissimi. No erréis, hermanos mios carisimos. Jac. 1, 16, tamos obligados á caminar á la perfeóBllón, que todos los días debemos trabajar por perfedelóMarnos, que si podemos llegar á la cumbre de la paffécción; y per- fección por arriba, perfección por abajo, perfección por la derecha, perfección por la izquierda, perfec- ción por delante, perfección por detrás, perfección por los cuatro costados; y á pesar de eso, muchos no saben lo quees perfección, ni tienen de ella más que una idea vaga, confusa é indeterminada, lo suficiente para que nadie los entienda, ni entenderse ellos mismos, pues se enredan y se hacen un lío cada vez que hablan ó escriben sobre este punto tan interesante de la vida religiosa. Tú misma, querida Margarita, no estás li- bre dé ilusiones en esta materia, pues en tu carta di- vagas, y te dejas lleyar de la imaginación, remontán- dote en alas de la fantasía á una región, donde no hay tanta perfección como imaginas, sino mucho senti-