BCCPAM000535-2-21000000000000

=] Ot ESPIRITUAL —¿Qué haces aquí ahora? —Comulgando. —¿Comulgando? ¿Te trae algún ángel la Comunión? y al decir esto dió una mirada 4 los rincones de la sala á ver si hallaba la respuesta antes que le contestara. —No, inocente! Es la comunión espiritual. —¿Comunión espiritual? y eso ¿para qué? —Para estar más estrechamente unida con Jesu- cristo. —Y eso ¿cómo se hace? —Deseando ardientemente recibirle y tenerlo en el corazón: y si estos deseos son vehementes, el Señor es tan benigno que viene al alma, y le hace sentir su pre- sencia y su dulzura con tanta viveza que no lo puedo explicar. —Así estaba tú ahora, repuso Concha asombrada; y Rosalía para evitar el elogio que veía pendiente de los labios de su amiga, la interrumpió: —Bien y ¿qué querías? — Nada; venía á que me revelaras el secreto de tu aprovechamiento, y creo que lo he descubierto. La Co- munión espiritual. —Muchos son los medios de santificación que tene- mos á mano: pero yo te confieso que ése es para mí el más provechoso, y el que mi Director me tiene más aconsejado. —Yo quiero aprenderlo; enséñamelo. —Te he dicho que el deseo es lo principal: el deseo y etlamor. —SÍ; pero no me basta: yo quiero hacerlo como tú, Rosalía se.levantó, llegó 4 su baul y lo abrió; re-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz