BCCPAM000535-2-21000000000000
IL LOS SUEÑOS DE UN PEREGRINO Historia de un cañón y juzgar por lo largo de mi sueño. Así pensaba “ yo, entre despierto y dormido, cuando oí la Voz del sereno, que cantaba: «¡Ave María purí- ZIRS simal las cuatro en punto, y lloviendo.» Las cuatro, dije para mí: aún es temprano. ¡Y lloviendo! pues es precisamente cuando el sueño sienta mejor. Y recordando unos versos de Calderón de la Barca, me los apliqué, diciendo: «¡Ay! Desengañado ya, Sé que la vida es un sueño... Y pues la vida es tan corta, Soñemos, alma, soñemos.» Y soñé que, empuñado de nuevo mi báculo de pe- regrino me despedí del convento y de mis muchos
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz