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362 —¿Y recuerda Vd. el catálogo de escritores clásicos que cita en ella su amigo de Vd.? —No lo recuerdo bien. —Pues escucha unos cuantos, Fr. Antonio de Gue- vara, Fr. Luís de Granada, Fr. Fernando de Zárate, Fr. Luis de León, Fr. Pedro Malon de Chaide, Fr. José de Sigiienza, Fr. Diego de Estella, Fr. Juan Márquez, Fr. Francisco Ortiz, Fr..... —¡Hombre! ¡Hombre! ¿A dónde va Vd. con tanto fraile? —A enseñarle á Vd. quiénes son los padres de la lengua castellana y quiénes son los clásicos españoles según el autorizado testimonio de su amigo Capmany. -—Pero, ¿y Pulgar? ¿Y Cervantes? ¿Y Solís? —Bien hayan escritores tan eminentes. Yo aprecio el mérito donde quiera que lo hallo, sin dejarme llevar de una preocupación estúpida como la de... Por eso admiro la pureza de lenguaje en mis escritores citados, y en la numerosa retaguardia que le sigue. —¿Todavía más? —No es cosa: el Padre Avila, el Padre Yepes, el el Padre Medina, el Padre Mariana, el Padre Martín de Roa, el Padre Nieremberg, el Padre Gracián, el Padre Rivadeneria, el P... —¡Basta, señor, que... — Que no basta; que todavía quedan los poetas. Er. Juan de la Cruz, Fr. Diego de Ojeda, Fr. Arcángel de Alarcón, frey Lope de Vega, Fray Diego Gonzá- lez, Er... — ¡Basta, hombre, basta!