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> Pat LOS SUE NOS DE ÓN PEREGRINO 351 escúchalo bien, las Ordenes religiosas. Además, no sabes tú que la conquista de Valencia se debió en gran parte á los gloriosos hechos y oraciones de dos mártires franciscanos? ¿Y no te acuerdas, que cuando tus soldados huyeron cobardemente y abandonaron la plaza de Calatrava, solo dos frailes, pásmate! solos dos frailes, Fr. Raimundo de Fitero y Fr. Diego Velázquez, tuvieron valor para defenderla, poniéndose al frente, no desoldados, sinó de otros muchos frailes y monjes que dieron principio á la célebre Orden de Calatrava? A buena parte ibas! Pero al fin los echaron las tropas de los Reyes Ca- tólicos. —¡Hola! y en aquella tropa no había frailes? No di- ¡infeliz! si go yo que tá has leído la historia inventada y las Or- hubo batallones enteros armados por el clero Q Juién te ha e á tí que no estu. denes monásticas! vieron allí los míos? Y tú no sabes quién los persiguió hasta el Africa y conquistó la costa de Berberíal Pues fue... un fraile también! el gran Cisneros. ¿Y no has leí- do en las historias antiguas que en la toma de Orán, el inmortal Cisneros «para impedirle á los moros que no subieran á la sierra, salió en una mula muy acompaña- do de clérigos y Frailes y por guión un Fr. Hernando, religioso de San Francisco, que1llevaba delante la cruz» y ceñida su espada sobre el saco, comó todos los demás que allí se hall: ron?» (1) Claro, hombre, si el : si faltarían ze gente y el General era un mismo fraile, figúrate tú frailes en las filas. (1) Mariana.
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