BCCPAM000535-2-21000000000000
340 LA BULA?... AHI HAY GATO ENCERRAO | que coma de carne. ¿Puede llegar á más la bondad de la Iglesia? ¿A dónde está aquí el gato encerrado? —¿Y el que no tenga bula de la Cruzada, podrá co- mer carne en los días de abstinencia rezando dos Pa- drenuestros? —¡N6! aunque rece un rosario entero, no puede. Es menester que tenga la Bula de la Cruzada, y sinó ¡no- nes! aunque sea más pobre que un fraile franciscano, es decir, excepto el caso en que se halle enfermo Ó la ne- | | | | cesidad le obligue, porque la necesidad no está sujeta 4 | ley; pero fuera de estos casos repito que ¡nones! —Mira, ahora caigo en la cuenta de que no es gran- | de el favor que la Iglesia hace 4 los pobres, porque po- bres y ricos, todos necesitamos una Bula para gozar ese privilegio que tú dices: ellos la Bula de carne, y noso- tros la de la Cruzada. E — ¡N6, hombre nó! los ricos necesitan la de Cruzada y la de carne, y ésta tienen que tomarla conforme á su clase; y tú tienes bastante con la de Cruzada, porque ésta concede el privilegio (si eres pobre) de comer car- ne en los días que pueden comerla los otros que tienen Bula de carne; pero debes rezar un Padrenuestro antes de comer. — Ahora lo entiendo mejor. Si tengo Bula de Cru- zada (siendo pobre como lo soy), y rezando cada vez un Padrenuestro, puedo comer carne todos los días de ayu- no excepto el miércoles de Ceniza, los viernes de Cuares- ma, los cuatro últimos días de Semana Santa, y las cua- tro vigilias solemnes del año, es decir, San Pedro, Pen- tecostés, Asunción y Mavidad. —Perfectamente, así es. A ad bal
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz