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LA CASUALIDAD 319 por casualidad se combinaron de tal manera que dió por resultado la formación del-mundo. —ZJo dicho, tío Pablo, V. está más loco que Don Quijote de la Mancha. Y si nó dígame V., ¿y qué es la casualidad? —Pues lo que sucede casualmente. —Entendámonos; lo que sucede son sucesos, por más que sucedan casualmente; y entre los sucesos y la casualidad hay buena diferencia; pero ya que V. lo quiere así, ¿qué es suceder una cosa casualmente? —Criatura, lo que sucede por acaso. —Eso es lo que yo pregunto, ¿qué es el acaso? —Hombre, preguntón está V. hoy; el acaso €s... eS... 0S... —Hablar de lo que no se entiende. —Tío Pedro, le diré 4 V. —N6, señor, lo diré yo, y así acabaremos más pron- to.Por acaso 6 casualidad entendemos en todo el mundo, la combinación de circunstancias que dan por resulta- do un acontecimiento imprevisto, cuyas causas se ig- noran; y en no habiendo esta ignorancia de causas, no hay casualidad posible. Por ejemplo: Sale V. una noche oscura de su casa, tropieza con un madero al revol- ver de una esquina y mide el suelo con las narices. ¡Qué casualidad! —éxclama V. - ¡qué casualidad el ha- ber estado aquí este madero! ¡y qué casualidad el ha- ber venido por este sitio; cuando por la otra calle hu- biera ido más pronto? y así para V. todo será una pura casualidad; pero para tres tunantes que vieron venir á V. y colocaron de intento el madero tras la esquina, y se quedan riendo 4 costa de las destrozadas narices de