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308 ALSERMON?... ESA ESCOSA DEMUJERES de la palabra de Dios ilumina y da eatendimiento: pri- mero dijo un latín, y luego añadió que en castellano quería decir esto. La explicación de la doctrina cristia- na alumbra y da entendimiento. Da entendimiento á los ignorantes que no la saben; y alumbra á los entendidos que la saben. Todos—decía el Padre predicador —tie- nen necesidad d2 las explicaciones doctrinales; los ru- dos, para entender, y los sabios para ser iluminados. * Conque ya ves si he sacado fruto del sermón. —Pues buen provecho, y venga la luz. 7 —¿Pero irás mañana al sermón; —Mañana lo veremos. —Mira que vayas para que aprendas á explicar la doctrina á tus hijos, que ya van siendo creciditos. - -Llévatelos al sermón para que la oigan. —Y tú, ¿por qué no has de ir para que aprendas si- quiera á rezar? E E E —¿Pues qué? ¿Yo no sé rezar? ¿No rezo el rosario casi todas las noches? —Si: también el lorito del P. Cura reza la Letanía, sin saber lo que dice. El tío Pepe llegó á sospechar que su mujer malhu- morada le estaba llamando loro, y comenzó á mover la cabeza algo incomodado. Por fin le respondió: —Mira, dame acá la linterna, y no me quemes la sangre. —Lo que tú no quieres, es que te digan las verda- des; y la verdad es que tá sabes la doctrina como un papagayo. El pobre hombre comenzó á perder los estribos y se encaró con la señá Malena diciendo:
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