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AL SERMON?..ESA ESCOSA DEMUJERES 305 —Pues mira, por eso mismo no he ido, porque el Padre que nos está predicando la Cuaresma no hace más que explicar la doctrina; y la doctrina ya la sé yo; bien que me la preguntó el P. Cura cuando nos fuimos á casar. —Pero, hombre, no creas que basta saber la doctri- na: es menester también saber su explicación. —No seas tonta, Malena, todo lo que el Padre pre- dique de doctrina me lo sé yo de memoria, porque está en el catecismo. —Quien no ha de ser tonto erez tá; que te parece que sabes, y no sabes. Tanto sabes tú de doctrina, como de lo que hay pintado en esta magnífica estampa qne me ha regalado ahora poco la comadre Carmela. —¡A ver, á verl ¿qué es éso! —La señá Malena desdobló con mucho cuidado una vuelta de la hermosísima oleografía que tenía en la ma- no, y apareció entre preciosos colores la corona y la frente de una Virgen. —Ya sé lo que es — replicó el tío Pepe; —es una ima- gen de la Vírgen Santísima. —Pero ¿qué imagen es? ¡á ver si lo aciertasl! —Desdobla otro poco y te lo diré. La seña Malena siguió desenvolviendo la estampa con mucha pausa, y 4 cada centímetro que se descu- bría, crecía la admiración del tío Pepe, que no cesaba de exclamar: ¡Qué hermosura! ¡qué colores tan bonitos! ¡qué escapulario más precioso tiene colgando de su ma- no! ¡Jesús! ¿qué Niño más lindo! ¡Mira esta alma có- mo se agarra del escapulario de la Virgen para salir del fuego! ¿Y esta otra? ¡pobrecilla! ¡le llegan las llamas

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