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LAS MALAS LECTURAS 295 lo que significa en tu casa una mala novela, un mal pe- riódico Ó un mal libro? Pues es meter de puertas adentro un amigo traidor, un ladrón malvado, que trata de arre- batarte la fe, y de quitarle á tus hijos la docilidad á tus mandatos, y á tus hijas la inocencia de sus corazones, y á todos la paz del alma y la bienaventuranza eterna. ¡Y ojalá que no fueran tantos los padres que han perdido la fe, y los hijos que han perdido la inocencia, y las fa- milias que han perdido la paz, y las almas que han per- dido el Cielo por causa de malas lecturas. Júzgalo por tí mismo Pancracio; tú, que tan devoto de la Virgen de los Dolores parecías, cuando chico; tú que eras el pri- mero en coger un puesto en las andas para llevarlas so- bre tus hombros, cuando ella salía de la glesia; tú, que te desgañotabas dando vivas 4 María Santísima, con in- decible júbilo de tu alma; tú hubieras sido lo que eres, si no te hubieran robado la fé y la piedad los malos pe- riódicos?... El cochero estaba afectado, y en tanto que el señor Tarabita peroraba, hubo en la sala un profundo silen- cio, interrumpido solamente por el casi impercetible ruido que hace el papel al ser destrozado suavemente entre los dedos de la mano; y cuando Tarabita termi- nó, estaba el suelo lleno de los pedacitos que Pancra- cio había hecho del periódico que sacó para leer. Al fin exclamó conteniendo una lagrimilla que quería salir de su ojo derecho. — Juro por la Virgen delos Dolores que no leerémás libros ni periódicos malos, ni los dejaré leer en mi casa. ¡Bien, 'Camará! vaya un puro, que lo mereces, si cumples tu juramento.