BCCPAM000535-2-21000000000000

DE MAYO ahora los pobres no puedan hacer otro tanto, arrebatan- do á ustedes los bienes jue ustedes le quitaron á su madre. —Pero obs rve V. que eso es un ataque de propiedad. al derecho —;¡Corriente! pero advierta V. que ese ataque está liberalmen'e justificado, que es lógico y legal. ¿Lógico y legal? —¡Sí, señor! La misma ley y el mismo derecho que asistió al Estado liberal para apoderarse de la propie- dad más santa, m ís justa y más bien fundada que había sobre lá tierra, cual era la de la Iglesia; esa misma ley y ese mismo derecho asiste al pauperismo para apoderar- se de la propiedad de ustedes, que no es ni con mucho tan justa ni tan bien fundada como la de aquélia. Esto es claro. —Esoes horrible. Será todo lo horrible que V, quiera; pero es la verdad. Cuando el liberalismo bienes del Clero y de tidad del derecho con se incautó, 6 robó los los monasterios, sustituyó la san- la tiranía de la fuerza bruta, y sancionó el derecho del fuerte contra el débil. Hoy el socialismo es más fuerte que él, y le hará sentir las con- Secuencias. —¡Hombre! ¡hombre! ue valga! la lógica no tiene —¡No hay hombre q compasión de nadie, es in: xorable, y sentado el princi- pio, forzosamente saca las consecuencias. El liberalismo sentó el principio de la soberanía populary la ley de las mayorías; y el populacho saca la consecuencia, que- riendo ejercer de soberano, pese á quien pese. «Somos AA cir A recto

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz