BCCPAM000535-2-21000000000000

CARIDAD Antonio en el protector de su hermano, empezó á escla- mar: Caridad de San Antonio, Bendita seas mil veces! Al día siguiente se fué á la iglesia para dar gracias al Santo de los milagros, y le renovó la promesa de ser monja y llamarse Caridad de San Antonio. Cuando Pedro llegó á su casa, encontró á su herma- na vestida con hábito de San Antonio, y hecha una mu- jercita de casi quince años; pero aniñada, sencilla, mo- desta y candorosa, como la dejó. Ella le declaró el sig- nificado de su nuevo traje, su sueño, y los deseos que tenía de ser monja. El la escuchaba embelesado, con- vencido de que su libertador había sido San Antonio de Padua, obligado por los ruegos de su hermana; y aca- riciándola enternecido, le decía: Bendita seas mil veces, Caridad de San Antonio! A la niña le agrada oirse llamar así; y Pedro que lo conoce, cuando viene de la calle y la encuentra más ata- reada con su costura, se acerca por detrás, le coje la ca- A a ÓN

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz