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XIV UNA LÁGRIMA DE LA VIRGEN Y LA FLOR DE LA VIRGINIDAD LEYENDA FRANCISCANA cado ES UYENDO de la crueldad de Herodes, sa- Y 1ió de Jerusalén para Egipto la Sagrada Fami- , AS Al pasar las fronteras de Judea, María y Volvió los ojos á la patria de David y se despi- » dió de aquella tierra ingrata, cuyo trono le per- tenecía. Al pisar las arenas de Egipto, sintió en su co- razón purísimo el desconsuelo de la expatriación y la desoladora amargura del destierro. Para alejar de sí tan tristes pensamientos, miró á su Esposo, sonrió á su - Divino Infante y depositó un beso suavísimo sobre la delicada frente de Jesús, como queriendo decirle: Ya estamos libres del tirano que te perseguía.