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106 EL CANTOR DE LA DOLOROSA Christe, cum sit bíne exire, Cristo, enando salga el alma, Da per matrem me venire Por tu madre dale pulma, Ad palmam victorie..... Palma de triunfo y victoria.. De repente comienza á palidecer como herido por la muerte; sus manos apenas pueden recorrer el teclado; ya casi no acompañan las notas á su yoz moribunda, que dice: Quando corpus morietur, ' Y al cusrpo muerto dejando, Fac, ut anime donetur ¡| Ella se vaya volando Paradisi gloria, |[ Del Paraiso á la gloria. Paradisi gloria fué la última nota que resonó en los aires. Er. Jacopone cayó desmayado sobre el respaldo de su asiento. Los hermanos se acercan presurosos, y ven con dolor quela palidez del sepulcro cubría sus faccio- nes. Lo llevan ásu estrecha celda, lo acuestan sobre su dura tarima, y tres días después el autor del Stabat Ma- ter, volaba á la gloria del paraiso, legando á nuestra Ma- drela Iglesia ese himno de dolor que vivirá tanto como los siglos.