BCCPAM000535-2-21000000000000

EL CANTOR DE LA DOLOROSA LEYENDA FRANCISCANA SA VE Ye a A noche estaba lluviosa y triste; el viento : gemía produciendo estridente silbido al cho- ás % char con las ramas desnudas de los árboles: ni 4 una estrella brillaba en el firmamento, y no se w» vislumbraba en el espacio más luz que la del re- lámpago serpenteando entre las nubes. Era una noche, muy propia de los últimos días de Marzo. - La campana del convento de Collazoni sonaba con lentos y acompasados golpes, llamando á los religiosos, para hacer la oración. Sus fúnebres clamores se exten- dían por laísilenciosa campiña, y allá en las vecinas al- deas ofase “el quejido de otras que 4 la primera res- pondían. '

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz