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e o . Tanto para la medida de las sílabas como para la colocación de los acentos, -no puede darse mejor regla que la educación del oído por medio del ejercicio y lectura de los mo- delos. A 7 AA E CAPÍTULO XXIL DE LA RIMA. El último elemento que hemos señalado al lenguaje poético, es la rima. Se dá este nombreá la semejanza ó igualdad eufónica de las palabras en su terminación. Cuando en dicha terminación no hay más que semejanza, la rima es imperfecta; cuando existe igualdad se llama perfecta. A lo primero se le da también el nombre de asonancia y á lo segun- do el de consonancia. ? Son, pues, consonantes los versos que en su última palabra tienen iguales todas las letras empezando á contar desde aquella vocal en que carga el último acento, como sucede en las palabras niño y cariño, cereza y riqueza: y son asonantes los que acaban con sílabas que tienen idénticas vocales y distintas con- sonantes, por ejemplo: perla y selva: santo y dorado, etc. : Aquí se debe notar que por licencia poé- tica se reputan comunmente por consonan-

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