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CAPÍTULO IX. De Los TRAPOS. Ya hemos dicho que se dá el nombre de tropo á toda palabra que se toma en un sen- tido impropio y figurado. Se conocen tres es- pecies de tropos llamados metáfora, metoni- mia y sinécdoque. La METÁFORA traslada la significación de las palabras comparativamente Ó por seme- janza, como cuando decímos: La juventud es la primavera de la vida. Cuando la metáfora es muy continuada, recibe el nombre de ale- . goría; un verdadero modelo de ella nos ofrece Fray Luís de León en la oda titulada La vída del cielo que enpieza así: | Alma. región luciente, Prado de bienandanza, que ni al hielo, Ni con el rayo ardiente Falleces; fértil suelo, Producidor eterno de consuelo. De púrpura y de nieve Florida la cabeza coronado A dulces pastos mueve, Sin honda ni cayado, El Buen Pastor en tí su hatu amado. El vá, y en pos dichosas o Le siguen sus ovejas do las paces Con inmortales rosas, EI e

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