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Ad do con frecuencia á hablar desde la cátedra sagrada y escribir tal vez más de lo que él quisiera. ¿No sería pues, indecoroso para él, sobre todo si es párroco, no saber desempe- ñar sus deberes sagrados en el púlpito ó en el bufete, como lo haría cualquiera de sus feli- greses instruidos? Un sacerdote jamás debe descuidar la ilustración propia de su estado, y ésta para el vulgo en general consiste en que sepa expresarse dignamente de palabra y por estrito. Hechas estas ligeras indicaciones vamos á fijar el verdadero significado de cier- tas palabras técnicas, más usadas que en- tendidas. CAPÍTULO 1 ; BUEN GUSTO.—-—BELLEZA. SUBLIMIDAD. Por BUEN GUSTO se entiende en literatura la facultad que tiene q] hombre de sentir y apreciar las bellezas y los defectos de una obra literaria. Esta facultad más ó menos la- tente existe en todo hombre; pero cuando con la lectura y el estudio adquiere cierto des- envolvimiento, reviste el doble carácter de corrección y delicadeza. Cuando la delicadeza predomina en el buen gusto, el hombre goza contemplando la belleza, penetra de una ojea- da todos los primores de la obra que examina,