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— 10 diversas composiciones literarias; la filosófica añade á las reglas el fundamento científico en que estriban; y la crítica analiza y examina dichas obras, presentando á la vista sus defec- tos, excelencias y demás cualidades que se encuentran en ellas. Como toda obra literaria es producción det hombre y éste se halla dotado de una sensi- bilidad exquisita, de inteligencia y de volun- tad, sus producciones revisten naturalmente este triple carácter, y se clasifican por el que en ellas predomina. Así las obras en que do- mina el corazón ó la fantasía se apellidan poé- ticas: aquellas en que domina la inteligencia, didácticas; y las que tienen cierto carácter mo- ral, que dirigen la voluntad hacia el bien, se apellidan morales. Hé aquí la clasificación comunmente aceptada, y los géneros en que se subdividen. : Las obras poéticas comprenden tres géne- ros; lírico, dramático y épico. Las didácticas abrazan tres clases de tratados: elementales, magistrales y particulares; y en las morales se incluyen los libros piadosos, las obras ascéti- cas ó religiosas, y demás tratados de esta clase. % Hecha esta clasificación no nos detendre- mos mucho á probar la importancia y utilidad de los estudios literarios para un eclesiástico, ya sea secular ya regular. Basta saber que en virtud de su ministerio ha de verse obliga-