BCCPAM000534-2-17p02d00000000

bierno Nacional no funde una población con Co lonia Militar en el interior de la Sierra de los Motilones, y se suspenda esa lucha de razas. Los coyaimas viven en la parte oriental de la Sierra Negra, cerca de Maracaibo, y son tan bárbaros y crueles como los motilones. En tiem po de la Colonia habitaban esa cordillera va rias naciones bárbaras, y en sus atrevidas ex cursiones llegaron hasta las puertas de Mara caibo. Los Misioneros Capuchinos intentaron la conversión y reducción a vida civilizada de estas tribus, sin lograrlo, y allí encontró el Mi sionero fray Gregorio de Y bi glorioso martirio. La crueldad y barbarie de los coyaimas segaron en flor los ardorosos entusiasmos del santo Mi sionero, a quien dieron cruelisima muerte, ama rrándolo a un árbol, donde lo alancearon y fle charon; arrancáronle sus hábitos, y sus carnes fueron objeto de suculento festin. Algunos emigraron al interior de la Nueva Granada, y según nos refieren los historiadores de la Conquista, los encontraron en el valle del Apulo, entre los panches y los tocaimas. Se ignoran por completo la lengua de estos in- dios y sus tradiciones, pero por sus costumbres y lo que dicen escritores notables pertenecen, tanto los motilones como los coyaimas, a. la eran familia caribe. Los indígenas de Comagre, Pocorosa, Chirú, Natá, Escolia, Cutara, Guere, Chicotia, Cope che, Turbacos, Butabá, Macanoes y Musá, que habitaban las costas de Panamá y de Cartage na, pertenecían también a la familia caribe. Lo mas notable que sabemos de ellos es el valor sa guntino desplegado en defensa de su tierra 3 de sus intereses, llegando en su desesperación a quemar sus propios pueblos para evitar al ene micvo el trabajo y la satisfacción de destruirlos. Fueron hamanos y hospitalarios cuando los trataron bien, como le sucedió a Vasco Núñez de Balboa; pero extremadamente fieros cuan

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz