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Y O) ) del cerro de San Lorenzo, no ha sido visitada desde la época de la Conquista. “Las minas que encontré durante mi último viaje son las de Sincorona, a una y media mi llas de la desembocadura del río Buritaca y so bre su ribera oriental. Eran conocidas de algu nos habitantes de la Costa, y han sido excava das por los españoles. “Los segundos vestigios descubiertos por mí (porque los españoles no pasaron nunca de Sin corona) son los de una ciudad importante; se encuentran asimismo sobre la ribera este de Buritaca, a cuatro millas de las primeras rui nas, y se componen de pedazos de muros de em plazamientos de habitaciones, rodeadas de grandes piedras y de innumerables guacas y se pulturas.” ; No es mi intento demostrar las inexactitudes del Vizconde de Brettes sobre la situación de las poblaciones taironas y de los viajes y explo raciones de los españoles por la Sierra Nevada; baste decir que recorrieron todo el litoral hasta el río Palomino, donde naufragó el Capitán cuyo nombre lleva el río, y recorrieron todo el interior de la Nevada hasta San Sebastián de Rábago y Valledupar. Muy laudable sería que se nombrara una Co- misión científica que recorriera todos los para jes habitados por los antiguos taironas, chimi las, tupes y demás tribus indígenas que pobla ron la región norte del Departamento, con el fin de buscar las antiguas ciudades de Pocigúel ca, Bolingua, etc.; estudiara sus ruinas, como se ha hecho en Méjico, el Perú y Centro América, y se formara un museo arqueológico y etnográ fico de los indios taironas. Yo agradecería a los señores que tuvieran algún. tunjo, o algo que me llustrara en la investigación de su origen, que Conferencia