BCCPAM000534-2-17p02d00000000

A, y a dar vista a Otros dos grandes poblados lamados Aboringua y Bolingua, que halló des- poblados, por haberse huido los vecinos, no K queriéndole hacer amistad ni resistencia, sin hallar ninguno en el camino, pasó desde aquí a Pocigúeica y al valle de Loto, todo bien pobla- do en aquellos tiempos, por ser buenos países y de cordilleras altas y frescas, a dos leguas de la mar, retirándose desde allí la vuelta a Santa Marta” (1). Estas referencias concuerdan con la topografía de los valles de Don Diego y Gua- chaca, que tienen vegas fértiles y altas monta ñas, donde podían estar las poblaciones más importantes de la nación tairona. Confírmase esto con la excursión que hizo el General don Alonso de Lugo a la Provincia tairona, para apoderarse de los indios Arobaro y Marubare, ¡efes importantes de los indios taironas: llega ron a la desembocadura del río Don Diego, y por la margen derecha caminaron río arriba hasta dar con el lugar donde se ocultaban estos indios, conocido con el nombre de El Peñol. Hé aquí lo que dice el Vizconde de Brettes bre las poblaciones de los taironas: SO "Los vestigios de una antigua civilización son bien numerosos en el valle de Tairona, y los primeros españoles no penetraron en ese valle sino dos veces, y no alcanzaron sino a las villas más cercanas de la costa, tales como Bo lingua, Abaringua, Taironaca, Betoca, Sinco rona v Pocigñeica.” “Ahora bien: Bolingua estaba situada en la ribera derecha del Don Diego, muy cerca de su desembocadura; Abaringua no era otro simo Pericovay; Taironaca estaba igualmente edifi cada en el borde de Don Diego, pero más al 11 terior; en fin, Sincorona, no lejos de Buritaca (desembocadura). Pocigúeica, colocada cerca (1) Fray Pedro Simón

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz