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LOS primeros tajeros que recorrieron la 1mé- rica AE del descubrimiento observaron que todos los indios se parecían tánto por su es casa barba, cabellos lacios, color bronceado, cuerpo pequeño, OJOS oblongos, con el angulo levantado hacia las sienes, mejillas prominen tes, labios gruesos, mirada profunda, que cre yeron eran todos hijos de un mismo padre y de una misma madre. El Capitán Lafond cree tam bién que pertenecen a una sola familia, modifi cada por el clima ydividida en cuatro varieda des bien distintas. E primera comprende todos los e los que viven en el Norte y Noroeste; la segunda variedad 1 rman los chilenos, meji canos, los habitantes de las pampas y de las lla nuras del Norte; la tercera la constituyen | los pe ruanos, los de Quito y sus cercanías; la última, los indios salvajes todavía, errantes en las Flor] las, en la Luisiana, en Yucatán, Guatemala, en s costas del Darién, del Orinoco, de las Ama onas,el Chaco, en las Guayanas, en lo interior del Brasil y en los confin es del Paraguav. parece verostimil que todos los salvajes que actualmen existen en América forme ma sola varte lad y procedan de una sola casta; í la estructura particular de sus idiomas demues tra lo contrario, y se requieren para la trans formación radical de un idioma bastantes cen tenares de años. Veamos las opiniones que sobre el particular he formado. En mi concepto, tres fueron las emigraciones que por diferentes puntos llegaron al Nuevo Continente, a saber: los gaulas, los mongoles 3 los fenicios. Eran los gaulas descendientes de Jafet 41 poco tiempo de la dispersión de las gentes por la confusión de lenonas en la Torre de Babel, se dirigieron al norte de Asía, según nos refieren las historias antivuas. Vivian en tiendas de campaña v en carros; emieraban de un punto a otro. sin rumbo fiio; después de ha

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