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(P. Luis de Valencia. vicario provincial {1848-1852)] Previenen nuestras leyes hechas en Capítulo General que en este lance de morir todos los Definidores, quede de Vicario Provincial el P. 1 Guardián más antiguo de hábito, que era el de Caudete, P. Francisco de Albal. Este Padre, a causa de una persecución mortal que padeció del (18]20 al (18]23, se había visto precisado a sacar bula de secularización, único medio que le propusieron para salvar su vida, y estuvo como unos dos años fuera de la Orden; si éstos perdía de su antigüedad, quedaba el más antiguo el P. Isidoro de Callosa, Guardián de Jérica. Se consultó esta dificultad a Madrid por medio de P. Andrés de Almodarlí [Alrnoradí] , y no atreviéndose aquellos Padres graves a resolver, se elevó a N. R.mo P. Fermín de Alcaraz, a Roma, quien hallándose facultado para nombrar Provinciales y Definidores "absque Capitulo", nombró al R.do P. Luis de Valencia, con título de Vicario Provincial. Este nombramiento en tanto podía reputarse válido en cuanto se mirara como a extensión del Capítulo Provincial último, pues previene el R.mo [P. Pablo de] Colindres en su Catastro que cuando muere el Provincial antes de Capítulo y se hiciese elección de Vicario [sic en el manuscrito] Provincial éste fuera de la misma Custodia, como sucedió la primera vez que fue elegido N. P. Miguel de Cocentaina; y el R. P. Luis de Valencia era discípulo de N. P. Antonio de Albaida. Razón por la que no se pudo acabar(?] con el M. R. P. Antonio de San Mateo cuando estuvo N. P. Fennín de Alcaraz en Valencia, y quiso renunciar N. P. Luis y proponer a él de que admitiese, haciendo ver la nulidad del tal nombramiento al mismo Padre y al R.mo Alcaraz, pues en caso de hacerse debía recaer en la Custodia del M. R. P. Antonio de Foyos, en la que estaba el tumo, y el cual no guardándose o alterándose, declara con autoridad real y apostólica nula ipso facto para cuando se hiciese. (P. Antonio de Foyos. provincial (1852-1860)] Siguió, pues, N. P. Luis de Valencia con el gobierno de nuestra Provincia dispersa hasta el año de 1852, en el que fue nombrado Provincial por N. R.mo P. Femún de Alcaraz, desde Cuenca, N. P. Antonio de Foyos, en 29 de junio del dicho atto 1852. Durante este Provincialato sucedieron cosas de mucha entidad, y que necesitó todas sus grandes dotes de prudencia y talento para manejarlos y hacer frente [a] algunos hombres imprudentes, que después vieron estrellados sus proyectos como de antemano se les decía por hombres nuestros de previsión. Dos descuellan entre ellos, a saber: la abertura del convento de la Magdalena y la caducadón pretendida por algunos de la bula Inter graviores. De ambas hablaremos con alguna extensión (8). A él (se refiere al P. Antonio de Foyos] sucedió N. P. Antonio de San Mateo·, en 8 de diciembre de 1860. Abertura de la Magdalena En el año cincuenta y tres se proyectó de abrirse el convento de Santo Espíritu de los PP.s Observantes, vestidos de clérigos. Se ofrecieron siete PP.s de los que componían aquel colegio antiguo de misioneros a reunirse, creyendo que a pesar de las azarosas circunstancias acudirían otros de la misma Orden; pero vieron luego el desengaño y tuvieron que abrir las puertas a cuan os quisieran agregarse, sin distinción de Ordenes, lo que dio ocasión a que fu~ algunos de los nuestros, que fueron el P. Tomás de Benifayó, el P. Vicente de Bemmantell y el P. Senén de Chest[e]. (8) De este segundo tema no hay ni mención en el manuscrito. 11

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