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babía_regi_do por_ los Padres ancianos que habían vuelto al claustro; faltos los pobres de expenencia de vida regular, por haber salido muy jóvenes del convento y vivido fuera con costumbres ya seglares, y que, por lo mismo, no estaban ya los pobres sino para que se les sirviese y cuidase y no para estar al frente de la comunidad. Trajo, al efecto~ ,el Rvdmo. Padre v~ios religiosos del otros conventos y de ellos nombró: Guard~, al Rvdo. P. Estanislao de Reus, y Vicario y Maestro de Novicios, el P. Tomás de la P~~• ~bos de los expulsa~os de América; y a mí me designó para Vicemaestro de Nov1c1os, título que me entrego al presentarme a él en 6 de agosto de 1881. [...]. CAPITULO XN: COMISARIO DE IA VENERABLE ORDEN TERCERA 60. Con muy buen acierto pensó el Rvdo. Padre Guardián establecer en la iglesia de nuestro convento la Venerable Orden Tercera, como lo está en casi todos nuestros conventos; pero que en éste de la Magdalena no había antecedente alguno de haber existido, En cambio, en la parroquia de Masamagrell existía un altar dedicado al Padre San Francisco, con una hermosa imagen del santo de tamaña natural, y en nichos laterales dos lienzos representando a San Luis, rey de Francia, y a Santa Isabel, reina de Hungría, patronos de la Tercera Orden, indicio cierto de haber existido alli la Orden Tercera. La realización, pues, de esta empresa, me la confió a mí el Padre Guardián, dándome el nombramiento de Comisario, con todas las facultades necesarias, en fecha 20 de octubre de 1881. Comencé desde luego mis trabajos preparatorios, para dar cumplimiento a la orden de mi Superior, y bien pronto quedó todo dispuesto para la inauguración de la Tercera Orden y vestlción de los primeros novicios; ceremonia que tuvo lugar el día 30 de octubre de dicho a.do. 61. Bien pronto esta naciente Congregación, cual ·árbol frondoso, extendió sus ramas por los pueblos comarcanos al convento, de los que veían tanta multitud de Terciarios los cuartos domingo, para asistir al ejercicios de las Tercera Orden, que se asemejaba a una verdadera peregrinación. Yera tal el fervor y el entusiasmo de los Terciarios, que secundando muchos de ellos mi deseo de que vistiesen en las funciones el hábito completo, o sea, túnica y cordón, que llegaron a ser ya un número considerable de Hermano y Hermanas los que lo usaban en los ejercicios. Al ver, pues, el aumento que iba tomando la Tercera Orden, se pensó en la necesidad de ir fundando nuevas Congregaciones, y visitando y organizando las antiguas, que estaban muy decaídas. Con la ayuda de Dios di comienzo a esta obra ~ue se me con.fia:ba, visitando_y reorganizando las antiguas Congregaciones de Valencia, Castellón, Alcrra, Benaguacil, Ollería y Alboraya y fundé de nuevo las de Rafelbuñol, Albalat del Sorells, Meliana, Vlnalesa, Manises, Partida de la Punta de Ruzafa y la de Ador, en Gandía; poblaciones todas que entonces pertenecían al distrito del convento de ~ Magdalena, por no haber otro convento de nuestra Orden en todo el reino.[...]. CAPI11JW XV: PRIMERA PEREGRINACION A NUffiTRA SEÑORA DEL PUIG 63. Aprovechando, pues, este fervor y entusia~mo, pensé en organizar una peregrinación al Santuario de Nuestra Señora del Pu1g, con el ~ de aumentar la devoción a la santísima Virgen que, no obstante ser Patrona del Remo, tan olvidada la tienen los valencianos. comuniqué mi pensamiento a todas las Congregaciones, y todas ellas respondieron acogiéndolo con gr~d4: júbilo y ofr~éndo~ en ~odo. Con esto empezamos, pues, los trabajos de orgaruzaoón; y, obterudas las licenoas de las _ 149

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