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logio, a fin de evitar confusiones y malentendidos, que j podrian originarse de no encontrar en él el nombre de al- f gunos Religiosos, que tal vez se juzgara tener derecho a i ello. ; i Ante todo, éste no es un Necrologio de los Capuchi- | nos de Espana, sino tan solo de los Religiosos que han pertenecido a nuestra Provincia Navarra-Cantabria, ya sea en las épocas en que ha existido como independien- te, ya en las que formo parte de otras Provincias. Para comprenderlo mejor, bueno es recordar las lineas ge- nerales de nuestra Historia como Provincia Capuchina. Desde 1578 en que penetraron los Capuchinos en Es- pafia, instalandose en Sarria, hasta 1607 en que se hace la primera divisién de Provincias, la regi6n Navarro- Cantabra formo parte de la inica Provincia Capuchina, que abrazaba todo Espana. Claro esta que los tnicos Religiosos que a nuestro trabajo interesan durante este tiempo, son los que eran nativos de Navarra y las tres Provincias cantdbricas. Aunque pocos relativamente, he- mos podido encontrar algunos de ellos.—En 1607 se di- vide Espana en tres Provincias Capuchinas, una de las cuales era la de Aragon, de la cual Navarra y Cantabria formaron parte, como antes lo habian formado de la de Espana, hasta 1656 en que, a causa del gran desarrollo adquirido, se constituye, en Custodia o Comisariato. Por lo tanto y por la misma razon que en el anterior periodo, en éste de 1606 a 1656 no anotamos sino los Religiosos procedentes de Navarra y Cantabria. Desde la ereccion de nuestra Provincia en Comisariato (1656) yen Provincia independiente (1679) hemos anotado atodos los Religiosos que a ella pertenecieron y hemos podido encontrar. Con —X—~