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vincias y en otras Ordenes Religiosas. La primera vez la encontré en los Capuchinos de Bélgica; después la he en- contrado en los de la Provincia de Génova y en otras Ordenes, como los Padres Salesianos y los Franciscanos Observantes de América del Sur. Empecéa_ trabajarla con interés, acompanado del fervoroso y ya difunto R. P. Bernardo de Iroz a quien la comuniqué. Destinado por la obediencia a nuestras misiones de América, poco pu- de hacer desde tan lejos, pero aqui el dicho Padre siguio constante en trabajo tan necesario como meritorio, de salvar del olvido la memoria de nuestros hermanos di- funtos y él debio ser quien, a juzgar por cartas y notas que poseo, inspiré a nuestro Rmo. P. Angel M.® de Vi- llava el deseo de realizar esa obra, que habia de llenar un vacio por todos sentido. Asi es que apenas vuelto de nuevo a la Provincia y muertos ya los dos, emprendi otra vez el trabajo y hoy, con los datos que ya tenia y los muchos y valiosos, que ellos dejaron, presento este Ne- crologio, que creo lo han de‘agradecer mis hermanos. — Dificultades — Facil es comprender la imposibilidad casi material de rehacer la lista de todos los religiosos que, en las di- ferentes épocas de la Historia, constituyeron la Provin- cia de Navarra Cantabria. El poco cuidado que ha habi- -do de anotar las defunciones de los Religiosos, la pér- dida de muchos documentos debido a las guerras, la ex- claustracion, la emigracion, las divisiones y subdivisio- nes, que las Provincias de Espana han sufrido hasta que- dar constituidas en su estado actual, la multitud y poca fijeza de las Misiones extranjeras a que iban los Reli- at