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,, 9 • cordialísimas relaciones con nuestros Superiores, y éstos con los de Calatrava y con la justicia local. Om,IGACI0NES .MUTUAS y CONDICIONES DE LA FUNDACIÓN.- Aun– qlie .careciésemos de otras pruebas, que por fortuna no faltan, que nos atestiguasen el fin espiritual de la fundación que historiamos, el mero estudio de las condiciones y mutuas obligaciones estipuladas por una y otra parte nos convencerían de la veracidad de este aser– to. Efectivamente, entre las siete condiciones que entresacamos de lo~ documentos históricos, todas- menos la primera, que se refiere al número de religiosos que deben componer la Comunidad- se di– ri gen a promover el mayor adelanto de los vecinos de Calatrava en las sendas de la virtud y de la santidad . Séanos permitida su enu– meraci ón : r. ª La Comunidad ha ele constar, al menos, de 14 ó 15 relig iosos. 2 . ª En la iglesia ofrecida ]}ara dicha fundación, y nue– vamente reedificada, se ha ele colocar la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, por ser el titular de dicha igle~ia (I-XÍI-172s ). 3 .ª La iglesia debe estar abierta a horas competentes y que no sirvan de obstáculo para el recogimiento de la Comunidad . 4 .ª Los religio– sos, siendo llamados, han de ayudar a bien morir, y confesar a los enfermos. 5." En los días de Jubileo, festivos y de Semana Santa·, han de confesar en la Parroquia, y tafo bién en su iglesia desde el Domingo de Ramos al de Cuasimodo inclusive . 6." Examinar de la Doctrina Cristiana a los fiel es en la iglesia conventual, cuando para ello fueren avi sados por el señor Párroco. 7." Que en los días de fiesta, y , sobre todo, durante la Cuaresma, expliquen la Doctrina Cristiana. CoN~RADICCIONES y PERCANCES.- Después de lo expuesto, tal vez algún ingenuo lec tor e fig ure que en nuestra fund ación de Ca– latrava todo fué eterna p rimavera . de flor es inmarchitables ; mas buen o será adve rtirle que las espin as nacen entre las rosas , y que en los días abrileños y ele mayo suelen arreciar inesperadas tem– pestades, que hacen en ocasiones derramar amargas lágrimas ~1 humilde y sencillo campesino; y así, no fa ltaron tampoco chubas– cos de contradicciones, ni dejaron el e brotar za rzales y espinos ele todo género en la vía de t ram itación de este asunto; aunque hemos d e confesa r que, si bien hubo enredos y di fic ultades conti nua·s Y prolongadas , sin embargo , no fu eron tan ruidosas y temibles como en otras fund aciones. ,. L as p rimeras surgir:ron en el seno mi smo de nu e tra Religión , Pues alg uno de los De:fi niclo,res era opuesto a e tablecer conventos