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so TR > Si es preciosa la muerte de los márti- res por haber muerto por Dios, ¿cuánto mas preciosa debe ser para tí, ó alma mía, la muerte de Dios que muere por tí? No hicieron ellos mucho en dar la vida por el que les dió la vida; pero, ¡Ó cuánto hizo el que dió la vida por nosotros pecadores que le dimos la muerte! No se aparte jamás de tí, ó alma mia, este útil pensamiento, y serás agra- decida á tu eterno Bienhechor. AUNAR — DIA QUINTO POR LA TARDE. Lerrnn MEDITACION PRIMERA. Que debemos amar á Dios por una redencion fan costosa, Considera, alma mia, que no solo de-