BCCPAM000533-1-33000000000000
Mb os en la muerte y esto mi descanso por toda la eternidad. a DA MEDITACION SEGUNDA. Como Dios ha de ser amado por ser el centro de nuestra alma, Considera, alma mia, como todas las cosas. apetecen naturalmente su centro y desean su perfeccion y su fin en el cual descansan y se aquietan. La piedra apetece su centro natural y por eso desciende. Los rios torren hácia el mar de donde salieron y adonde con gran rapidez se van acercando para llegar á su propio lugar. El fuego sube con ligereza 4 Su esfera y no. para hasta llegar á su fin. ¿Y tú, alma mia, á qué fin caminas? ¡Ó Criador de nues-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz