BCCPAM000533-1-33000000000000
— 159 — los oidos lo oyeron, ni en el corazon del hombre se excitaron deseos que llegasen á comprender tanto bien, ¡oh alma mia! ¿entiendes esto? ¿No es bas- tante premio el amor del amor mismo? ¿Hay cosa mas amable que el amor? ¿No es lo mas deseable de todo lo que se puede desear? ¿No es lo mas hermo- so, lo mas rico, lo mas suave y delei- table? ¿Qué razon de premio hay en el amor? ¿Qué trabajos, qué molestias, qué dificultades, qué sinsabores, qué penas hay en el amor? Cosa maravillo- sa, y que causa grande y estupenda ad- miracion á cuantos la consideran: el Señor Dios manda amar dándonos el amor como una gracia suya, y premian- do en nosotros esta gracia suya con otra nueva gracia que es el ofrecimiento de su gloria. ¿Hasta dónde llega, ó mi Dios, vuestra infinita magnificencia? ¿Quién vió jamás que un hombre rico,
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz