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— 151 — servirte! ¿Qué ha sido todo el discurso de mi vida pasada, sino una contínua série de pecados? ¿En qué nos hemos ocupado Dios y yo? ¡Ó Señor y qué pensamiento este para “mí! Dios se ocupaba en hacer llover sus grandes misericordias y yo en revelarme, en oponerme, en ofender á tan magnífico bienhechor. ¿Hasta cuándo ha de durar esto? ¿Hasta cuándo,' alma mia, con tu mala correspondencia has de ir atesoran- do la ira del Señor para el dia de su juicio? No mas mundo, alma mia, no mas, no mas dejarte sorprender de las pasiones y. de las tentaciones dél ma- ligno espíritu: Ama 4 tw: Dios que te libró de tantos males; agradece sus beneficios, si no pretendes arder para siempre en los'abismos. —ACUDV IIA