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— 119 — menta? Dios manda cosas- fáciles y el mundo dificultosas. Dios mantiene á los suyos y el mundo los mala de hambre. Dios dá la vida eterna á los que le sirven y el mundo los echa al infierno. Los deleytes del mundo que tanto alucinan á los mortales, no los podreis unir con las castas complacen- cias del amor divino de que disfrutan los que aman á Dios. en espíritu y verdad. Si mo hemos perdido el juicio, ¿¡á. quien es justo que sirvamos? No equivoquemos, sin embargo, las pala- bras y el sentido evangélico; esto podia precipitarnos en juicios muy errados de las personas que viven en el mun- do. No prohibe el Evangelio usar vir- tuosameute de las cosas que hay en el mundo: Dios todo lo crió, para prove- cho nuestro. Usad del mundo, decia San Pablo, que entendia bien la _doc- trina de Jesucristo; usad. del mundo,