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Humiliasti..... E, indudable Señores que debemos venerar los dones del Altisimo en donde quíera que se ha= llen. El talento militar es un don estimable so- bre el oro y las piedras preciosas. De el depen- de la seguridad del estado , la paz de la repu- blica, la tranquilidad de los ciudadanos , el go- ce del fruto de sus sudores , el orden en las ge- rarquias , y hasta el exercicio libre y decoroso de nuestra santa Religion. La espada justa de la mi- licia castiga al enemigo , contiene al ciudadano in- quieto , proteje al vasallo y defiende al monarca. Dichosa aquella nacion que tiene militares sabios, valientes , justos. Dios la mira con ojos de pie- dad. Dichosos nosotros Señores , á quienes el Al- tisimo ha dado un defensor como Lord Welington, en-lás circunstancias mas criticas y peligrosas. Ten- damos la: vista á nuestra situacion en los años pasados , y veremos ciertamente un caos politico; ma cuerpo com muchas cabezas 5 unos exercitos 2
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