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53 salvaron este abismo, demostrando valor y pericia; pero uno fué por delante y este era Colén.Lo mismo, sin quitar mérito alguno a nadie, ocurre aqui. Uno fué el que primero salvé el abismo que separaba la sociedad laica de la sociedad religiosa, llevando a la sociedad ldica los medios de perfeccionarse, y este primero fué San Francisco de Asis. jHolguémonos los hijos en proclamar esta gloria de nuestro Padre! No hay mas que abrir cualquier vida de San Francisco, para ver lo que la Orden Tercera hizo en aquellos tiempos tan calamito- sos, para comprender lo que en estos tiempos y en otros podia hacer. En primer lugar, los Terciarios tenian que devolver todo lo que habfan adquirido injustamente, lo cual suponia un enorme sacrificio en aque- llos tiempos de rapifia y robos; por otra parte, se prohibia el juramen- to, con lo cual los hombres quedaban completamente libres de los se- fiores que los tenian sujetos a sus banderias. Los Terciarios, ademas, no podian tomar armas, sino para defender a la fe y a la religién. Hay entre otros documentos uno muy interesante: la carta que escri- bid Pedro de la Vigne a Federico II, quejandose de sus subditos. A este Rey que sofaba en despojar a la Iglesia de sus propiedades, y realizar lo que se ha realizado mas tarde cuando /os terciarios no te- nian el fervor que tenian los que vivieron en el siglo de San Fran- cisco, le escribia el mencionado Canciller: Los Frailes Menores y _ Predicadores se han soliviantado contra nosotros; han reprochado nuestra vida y conducta, han quebrantado y anulado nuestros dere- chos y ahora para privarnos de la adhesion de los pueblos han crea- do dos Cofradias, a las que todos acuden; esa era la Orden Tercera. Hoy—escribe— se puede decir que apenas hay hombre o muser que no esté inscrito en una de ellas. y POrden Tercera fué soluci6n a las cuestiones sociales en los tiempos Franciscanos, la Orden Tercera puede ser solucién en los tiempos actuales. Leén XIII, e] Papa de la Enciclica «Rerum nova- rum» el Papa de los obreros, ha escrito: «Mi reforma social es la Orden Tercera», y ha manifestado claramente que lo que la Orden Tercera fué en aquellos tiempos pasados, confia que hoy puede serlo si esta en nuestra voluntad que lo sea. Una poética leyenda dice que en el fondo de la triple Basilica de Asis permanece el cuerpo de San Francisco, incorrupto, de pié, sin apoyo ninguno, cruzado de brazos, sangrantes las llagas, abiertos los ojos y dirigidos hacia el cielo, en perpétua oracién... En el siglo XIX desaparece la leyenda; pero ¢es que era solo una leyenda? ¢no era también un simbolo? Si no el cuerpo, el espiritu de S. Francisco vive

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