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9 Ni siquiera atin el pasmoso desfile y graadiosa manifestacién del 25 de Septiembre, por vivir con indeleble recuerdo en la memoria de to- dos; alli el amantisimo Prelado de la Didcesis; alli el Jefe de la Nacién y autoridades todas religiosas, militares y civiles, con el solo noble fin coaunadas en estrecho abrazo, de honrar al Santo del amor y de la paz, el dia aquel de tan feliz recordacién, que entre vitores y aplausos de in- mensa muchedumbre se inauguraba y dedicaba esbelto monumento en su propia plaza a San Francisco. - Como signo de perennidad y de gloria y para eterna memoria del suceso, ahi queda ese firme y austero monumento, que sera saludado por tantas y tantas generaciones reverentemente. Y ya que todo el mundo quisiera, entusiasmado, tomar parte en este universal concierto de alabanzas al Seo. Francisco, a una indicacién de los PP. Capuchinos, preclaros conferenciantes y muy sobresalientes ora- dores se dieron la mano, para con su ciencia y clegantes decires, deposi- tar unas cuantas de las flores mas vistosas a los pies del Santo amado, Debiamos nosotros mirar, so pena de que se nos tildase de descuida- dos ov desagradecidos, porque esos gratos recuerdos, no resultaran effme. ros y se echasen en olvido, cual palabras que se lleva el viento; que aque- llos entusiasmos por magos de la palabra levantados en todos los pechos, no quedaran estériles, y que aquellas tan encantadoras flores, se conser- varan en frescor y lozania inmarchitables. Y a fin de que, no salieran fallidas nuestras esperanzas y nuestros deseos baldios, aquellas piezas oratorias tan celebradasy aqucllas con- ferencias tan completas y magnfficas, fueron unas con sma amabilidad y bienquerencia entregadas por sus autores, cediendo a nuestros miltiples requerimientos, aun a trueque de dejar herida su modestia, otras por nuestro encargo fueron taquigraficamente tomadas por el amigo del alma, Rdo. Sr. Pérroco de Lanz, D. Erasmo Garro. Es por tanto, deber nuestro dar a la estampa con sumo aprecio y carifio estas cinco tan notables conferencias, que por sf solas, ellas se es- tan recomendando para regalo y solaz de tantos y tantos admiradores de los nombres ya tan célebres, que las encabezan: para la admiracién y con- suelo de muchos devotos e hijos rendidos del Santo del amor y dela paz, como obsequio y gratitud, primero, sf, de los amigos, mas, de los herma- nos autores, y luego de los numerosos y distinguidos miembros del nunca suficientemente ponderado Comité Organizador, que justo €s no se vea en modo alguno privado de este tan merecido obsequio. Por via de apéndice, démas de las conferencias habidas en la nobi- Ifsima ciudad de Pamplona, y del discurso del Ilmo. Sr. Guallar, damos