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—_— —— e a o ecibió en la Universidad ? Hágase el cotejo de unas cosas con otras, de unas funciones y aparatos públicos con otros, de persona con persona, de circunstancias con circunstan- cias, y no habrá corazon que no se enternezca, ni alma tan insensible que no exclame : ¡O lo que puede la mano del Señor! Estees uno de los mayores milagros del Evangelio, y una de las pruebas mas inclutables de su divinidad. ¿Qué fuerza sino «la. de un Dios hombre puede hacer que se prefiera la pobreza á las riquezas, las lágrimas al placer, las hu- millaciones á la gloria, y un sayal grosero á: las delica- das telas, que tan amables son á los sentidos? Es yer- dad que el estravagante filósofo ha hecho otras veces co- sas que se han.parecido á estas, mas han sido como ;el salteador que roba la capa al pasagero para adornarse con ella; el filósofo se ha: adornado con la imagen este- rior de la pobreza para cubrir su orgullo, oíganse sus dichos, véase su conducta, y, cualquiera conocerá. esta verdad. Solo el Eyangelio:es el que «tiené fuérza; para producir heroismos de esta. clase en' una naturaleza que tanto los repugna. Los ojos de todos estan fijos en D. Joaquin; apenas aca- ban de creer lo mismo que estan viendo, todos «salen. pas- mados bendiciendo al Señor que obra tales: maravillas ,en sus escogidos. CAPITULO: 3. Su Noviciado: El Noviciado es tan antiguo en la Iglesia como. el Monacato mismo. (1) La Religion no quiere víctimas for- zadas; no aprueba sacrificios que: el corazon no dicta É inspira 5 ni tampoco gusta de ver en sus aras holocaus- tos, inmolados por la precipitacion ciega é ignorante: el hombre cuando le ofrece por la profesion religiosa la por- cion mas noble y preciosa de sí mismo, ha de conocer y palpar la cuchilla que ha de sacrificarlo, el altar endon- (1) Thomasin t. 1. 1. 3.c. 48.