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KÁe s alli se observa, suplicó que los dias que precediesen á su noviciado se le permitiera andar como los novicios , pa- ra no turbarlos con el ruido de su calzado. (1) Es de advertir que D. Joaquin estuvo mas dias de seglar que los que se acostumbran en la Religion, con ánimo de que procediese con mas conocimiento del nuevo estado que iba á abrazar. Acaeció pues que hallándose la Comunidad en recreo (asi se llaman ciertos dias que preceden á los tiempos santos de Adviento y Cuaresma, incluso el Car- nabal, tiempo en el que la Comunidad comienza sus rigo- res, y preceden antes por una disciplina tan antigua co- mo el instituto, que los religiosos tengan algunos inocen- tes y moderados alivios, para que despues entren con mas fuerzas en la severidad de los ayunos y mortificaciones) hallándose como digo la Gomunidad en estos recreos, dis- puso el P. Mtro. que bajase el Noviciado á la porteria para salir al campo: estaban en efecto los novicios ya tormados como es costumbre, con sus manos metidas en las mangas, el capucho puesto, y. los ojos bajos, esperan- do á.su Maestro. para echar á andar. Llega este, y en el momento mismo de partir el Noviciado, repara que nues- tro D. Joaquin estaba entre ellos con los ojos en el sue» lo, las manos en el pecho, y en la misma ú mayor com»- postura que los novicios; míralo-con atencion, y repara que llevaba puestos los alpargates. Como que iban á sa» lir á un público: y á la vista de unas gentes que tanto conocian al caballerito Caravallo, y la disonancia de los alpargales. con las medias. de seda y Capa de grana era tanta, que precisamente habia de llamar la atencion: es. puesio,á que se burlasen de él los menos piadosos; le mandó el Maestro que fuese inmediatamente y se los qui- tase, poniéndose su calzado acostumbrado: esta ordena. cion fue con un tono de enfado, que podia: haber mor= tificado bastante al genio vivo de este señorito; Más él ya estaba tan mudado, que lejus de hacerle impresion le gus (1) Relacion dei P. Sant, n. 8, 9