BCCPAM000531-2-35000000000000
14 cuerpo garvoso estaba cubierto de ricas telas, que ca- yendo oportunamente por los lados, desplegaban toda su brillantez: su garganta parecia el alabastro, y todo él hechizaba al mirarlo, no de otro modo que la risueña au- rora cuando leyantando su cabeza, se deja ver por el Orizonte descubriendo la hermosura de su rostro, y derra- mando por todas partes flores y alegria. ¡Que gritos reso= naron por los aires en elogio de la Diosa ! ¡Que aplausos! ¡Que esfuerzos del inmenso gentio por mirarlo de cerca! Loca vanidad, de los mundanos, tu te-complaces aho- ra en mirar á D. Joaquin con un trage encantador, no tardará mucho sin que lo veas enteramente muda- do. ¡Quien habia de creer que ese jóven tan precioso habia de ser algun dia el P. Verita, la imagen del rigor y de la penitencia! Vamos ahora á ver mudar el telon y variarse esta representacion teatral. CAPITULO 11. Ocurrencia desgraciada que le higo á:D. Joaquin abrir los ojos y conocer la vanidad de los placeres- mundanos : mutacion extraordinaria. - Nada sucede por un ciego acaso. Este es un error que repugna á la religion y que choca con la razon misma. Dios 'no es como el artífice que abandona su obra despues que la ha construido. Si asi fuese. el "mundo, yetrocederia velozmente á su nada y dejaria de ser. Aun Tas acciones libres del hombre sin que en nada padez- cá la libertad de su albedrio , estan en los planes de su altísima Providencia, y de todo se sirve para gloria suya y utilidad de sus criaturas. Los ojos del Señor tom- templan toda la tierra. (1) Ellos estan abiertos sobre los caminos de los hombres y consideran todos sus pa- sos. (2 ) No hay para que decir ¿que es esto que ha sucedido, porque todas las cosas serán conocidas á-su tiempo? (3) Por ventura ¿hay quien pueda compren- der los pasos de Dios? El es mas elevado que los Cie- Ca) Para. 18, 9.(6) Job. 34 13. (3) Belo. 26. ¡2 OS 19
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz