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9 racion en la pureza de sus costumbres, asi. como sabia la habia sufrido en su salud. ¡Mas cual fué su contento cuando: lo observó. con el mismo candor que antes .de su marcha, con la misma aplicacion á su estudio, sien» do los libros las delicias de su espíritu ! ¡Que gozo tam tierno al tenerlo: otra: vez en. su casa, y' adornado con los mismos cristianos 'sentimientos .con que habia salido. ¡Cualquiera que hubiese. visto: 4 D. Joaquin en las Américas dedicado al comercio , imponiéndose exactísi- mamente en todas sus circunstancias intrincadas y di- ficiles, giros, mercancías 81c., hubiera, creido que en lle- gando á su casa no volvería mas á pensar en el estu- dio, ni trataría de otra cosa que. de aplicarse. á aquel ramo á- que lo vimos tan decidido, que le hizo aban- donar su madre, . casa y comodidades para progresar é instruirse en él! Mas ¿quien es capaz de seguir los rá- pidos vuelos de 'un «caracter ingenioso y animado. del electricísmo que traen consigo los pocos años? Lejos de haberse olvidado de las ciencias mientras su permanencia en la otra parte del mundo, ni. de has ber tomado. un interes tal. por las negociaciones mercan- tiles como si esta y no otra hubiese de ser su. suerte y destino en lo sucesivo: apenas descansó de su. viaje, cuando resolvió tomar la borla de maestro en artes, que corresponde al de Doctor en las.otras facultades, en aque- la Universidad. .D. Joaquin llegó 4. Sevilla el dia 5 de Junio de 1788, y en el dia 6 del. mes siguiente. del mis- mo año, recibió este grado de tanto honor, y que supo- ne en el que lo recibe una erudicion, y «unas, cuali- dades, nada comunes. El jóven Caravallo á los treinta y un. dias de. haber venido de Méjico como .comercian- te; sele vió en la cátedra de la Real Universidad ador- nado. de la muceta y bonete de. Doctor, llamando so- bre sí la atencion de todos los sábios: :¿Que: fenómeno es este tan: raro y tan pocas veces repetido? Ayer surcan- do las ondas como un mercader que yiene de lejas tier- 2