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¿4 niciosos ejemplos son el origen de todos los males políti. cos y religiosos que aquejan á- una sociedad: el lujo, la inmodestia , el aire de impiedad y libertinage que se-ad- vierte tan generalmente en los jóvenes, vienen de los ejemplos malos; estos son el triunfo del yicio y la ruina de las costumbres y de la religion. Sinembargo, aunque el mundo ha podido y puede tan» to sobre el corazon débil del hombre carnal, nada pue- de contra el virtuoso que se apoya sobre las bases fir- mísimas de una piedad sólida y verdadera: pocas ciuda- dés tendrá el orbe civilizado,en que haya másatractivos y mas lisonjas para seducir al corazon- incauto de un jóven como la ciudad de Méjico: como alli abunda tanto el oro y la: plata; como que no hay nacion en la Europa que no fije sobre Méjico sus atenciones, para sostener con es. ta populosa Capital su comercio; resulta que el lujo, la desenvoltura y el trato libre y marcial del sexo seductor tienen alli un tono demasiado imponente: es. menestér ser un héroe para no deslizarse, 6 '4 lo menos para no contraer alguna mancha que rebaje el pudor y -la inocencia, Pues esta especie de heroismo lo tuvo ciertamente nues- tro D. Joaquin : él no solo no se disipó con la multitud de objetos lisonjeros que alli se le presentaban, ni con las ocasiones que á cada paso le salian al encuentro para brindarle con «la copa del placer, sino.quese hizo aun mas: circunspecto y virtuoso, como dejamos ya notado en el eapítulo antecente. Su ocupacion diaria era la asistencia al templo, ofre- ciendo al Señor todas sus acciones, en seguida se retira= ba á su bufete; y se empleaba en los negocios desabridos del comercio: lo que le sobraba de esta ocupacion lo dedi= caba á observaciones topográficas del pais. Quizás no ha- brá habido un viagero de cuantos han llegado á esctdri- fiar las rarezas y preciosidades de «aquella Capital, que. lo haya hecho con tanta exggiitud «y. aplicacion: como el juicioso D. Joaquin.

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