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45 brutales apetitos: tan cierto es, que la atsencia que ha- ce un hijo de sus padres, es el crisol donde se prue- ba su. honradez y su virtud si la tiene, ó donde se descubre su corrompido corazon, y la escoria de sus vi- cios -si estos son los que le dominan. Siendo esto certísimo, tantas veces acreditado por la esperiencia, ¿quien podrá elogiar debidamente á nues- tro D. Joaquin Caravallo? El no obtante que cuan- do emprendió su viage tenia"la edad peligrosísima de 20 años no cumplidos, que no tenia: centinela, que ata- layase su eonducta, y que iba. obrando. par. sí mismo; se portó de una manera tan cristiana y ejemplar, que causa. admiracion leer su diario, en el que vá apun- tando exactísimamente todas las ocurrencias del viage. No:.parece. sino: que iba con él como con el Jóven Tobias ¿el Sto. Rafael para dirigir su conducta. ¿En donde se vé lo que en él advertian cuantos le acom- pañaban? ¿Que otro de su edad, y de sus circunstan- cias hubiera obrado mejor nimas ejemplarmente? ¡Que moderacion en sus palabras! ¡Que devocion tan tierna á María Santísima! ¡Que ocupaciones tan puras y tan imocentes! De.su diario se vé claramente que oia la Sta. Misa todos los dias; que comulgaba, alimentando su alma con este manjar celestial, y confesándose para ello con el capellan de la Fragata; que con él rezaba to- dos los dias el Sto. Rosario, en compañía de los otros pasageros, y que nada omitia de aquellas distribuciones es. pirituales en que le habia educado su ejemplar madre. (1) Ya desde. entonces se descubria en él aquel genio zeloso, aquel ardor cristiano, aquella ansia por promo- verla gloria de Dios: que despues le hizo en el. curso de su penitente vida, emprender cosas tan árduas, y dificiles. Cuando iba á bordo, se subía adonde esta- ban los marineros tal vez ó dormidos, .Ó en sus acos- tumbradas disipagiones, y rezaba con ellos otra parte (1) Disrio del Y. P.f.1,