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36 otros; cuando vienen' algunos de sus casas inficionados con el veneno de la relajacion-;.de aqui es que -jóve- nes inocentes y purísimos han salido-de sus hogares lle- nos de candor para ir á la Capital 4 cursar las fa- cultades precisas, y despues cuando han regresado á sus pueblos han llevado consigo la hediondez del cri- men, la disolucion,.el libertinage y multitud de ideas que cubren de dolor á unos padres, que lejos de sus hijos, no pudieron en su ausencia vigilar sobre sus modales y educacion: esto se está viendo ahora,: y..se ha visto siempre, sin que la rectitud del Claustro' pue- da evitar unos males de tanta consecuencia. ¡Gracias al Cielo! que nuestro D. Joaquin no sufrió el menor desliz en la pureza de sus costumbres, mas lo padeció en su aplicacion: su Tio D, Bartolomé ob» sófvó esta conducta y trató de poner á. ella un pron- to remedio. Un año no mas estuvo D. Joaquin en. la Universidad. Vuelve otra vez 4 Santo. Tomas, y aunque al principio continuaba con alguna tibieza .sus- estu- dios, mas reprendido( 1) oportunamente por su, Cate- drático el M. R. P. Mtro. Fr. Gabriel Rodriguez, que todavia vive, el que tenia un corazon recto, mucho pu- dor y vergúenza, se estimuló de manera que bien pron- to fué la admiracion de cuantos lo observaban. Como tenia un talento desmedido, facilmente : corrió por los ásperos caminos de la filosofía, con Ja rapidez que el ave cursa los aires, vuela, se remonta, se pierde de vis- ta, con esa misma adelantó nuestro D. Joaquin en es- ta facultad. Sinembargo de que en el primer año que pasó en la Universidad habia adelantado tan poco, como hemos visto, se aprevechó (2) en el segundo de las instruc- ciones de su sabio Catedrático de una manera tan so- bresaliente, que este lo juzgó capaz de que actuase al fin del tercero las conclusiones públicas que el dicho (1) Informe de su R. Catedrát. núm. 2. (2) Inform. cit.