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36 llagas y podredumbre de'sus' vicios: los curó de su en: fermedad con el manejo de sus palábras angélicas, y con sus feyorosas oraciones? ¿A cuantos ¡por su- abando: no en la culpa, llenos' de ésta'misérable lepra expiándos los con sus exortaciones, los limpió y purificó median: te la gracia del Señor que por él obraba?: Cuantas al. mas que animando los cuerpos, estaban sinembargo de eso ya difuntas y oprimidas; y sepultadas bajo; la pesada losa de sus de!itos resucitó para Dios, Hamándolas á la enmienda de sus costumbres' como 4 una nueva vida? No sabemos que él hubiese hecho prodigios y milagros; pero ¿quien negará los que acabamos de referir muchos mas recomendables que aquellos; que'soló se dirigen á la conservacion ó restitucion: de bienes: caducos y. pere- cederos. Debemos tambien persuadirnos piadosamente que ha conseguido la vida eterna, porque ¿qué Capuchino ha habido en: estos últimos dias mas observante que él de todos los rígidos preceptos*que “impone la: Regla Seráfica? El la profesó y la guardó: aun "nimiameñnte si asi se puede decir. Cuando salió de «sus labios la'profe- sion Religiosa se: le dijo «solamente. Y yo de parte de Dios, si “estas cosas guardares te prometo -la vida “eterna, las guardó exactísimamente. Estemos pues 'persuadidos que Dios lo' ha generosamente: premiado :en::la: gloria éterna. Quiera el Séñor que nosotros tambien: lo:seamos por la imitacion de sus ejemplos, y al: que hemos te- nido en la tierra por modelo 'y.- consuelo en: nuestros males; lo: tengamos por compañero en los Cielos de los bienes eternos. | A Esta piadosa creencia se fortifica mas si damos asen- so á los raros efectos quese han seguido al tránsito del V. Padre. Se refieren muchos prodigios, mo somos 'tan crédulos que nos detengamos á referirlos todos; solo dire: mos aquellos que han-tenido: mas notoriedad, y que cual= quiera puede por sí: mismo averiguar hasta el grado de certeza que guste, mas nunca dándoles mas crédito que

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