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32 ca el'oido: y repara que estaba repitiendo con «frecuen- cia aquella 'óracion con que la Iglesia lena de: gozo ala- ha al-Señor con: motivo dela Kesurreccion de Jesucris, to,'suplicando 'que'-habiéndose: dignado de; alegrar'al mundo todo con este misterio, concediese por la interces sion de-María Santísima su Madre, que todos alcanzáse» mos los gozos de Ta' vida eterna. Las palabras: que: al V. Padre se::le percibian eran estas perpetuw scapiamus gaudia vite. Alcantemos: los:gozos de: la' vida que jamas acaba. Por estas palabras se conoce que está todo en Dios, todo dulcemente 'enagenado con: la contemplacion de los bienes eternos, que él esperaba ir 4 gozar por los ruegos «de aquella Madre: cariñosísima, á quien tán: to: habia: amado. En fin lleno de merccimientos despues de una vida ejemplarísima, penitente y tan sostenida en la' práctica de las: virtudes .que jamas se le advirtió el menor. desorden, 'entre dulces. y tiernos coloquios:con'su Redentor, :y cón la Emperatriz “de lós Serafines María Santísima, teniendo de edad 64 años y de: hábito: Capu- chino 39 cumplidos , consumido de enfermedades” y. tra- bajos que le hizo: sufrir su ardiente caridad; dejó de vi- vir y entregó sa “alma en las:mános del Redentor el lu- nes 13 de Setiembre, sexto dia de la Octava del Naci- miento de la Santísima Virgen, á las once y media de la mañana. No es'decible el séntimiento que se apoderó del co- razon detodos los Religiosos. No habia: uno que no: le amase con estremo: él era adornado de bellísimas cuali- dades para hacerse amar; era sumamente afable, muy po- lítico, amiguísimo de servir á todos. Cualquier Religioso que lo ocupaba en alguna ¿cosa, como él pudiese 1mfa- liblemente lo servia, Jamas se: despegó su boca, ni aun por chanza para molestar á algun Religioso, ni jamas tra- tó de las cosas del (Convento, si esto está bien 4 mal hecho. De: consiguiente ¿ como podia dejar de ser amado un Re- 1 ligioso 0omo ¡este ? Murió ¡con ' la mayor serenidad y dul»