BCCPAM000531-2-35000000000000

iia de lo mucho que los amaba, y delo: bien que llevaban cuanto practicaba, les habia dé «quitar ¿ins pudiese perjudicar sus conciencias. Llevado de este celo de salvar las almas iba'ú td partes para ver lo que podia adelantar : les” ganaba la voluntad con las cruces, reliquias, medallas, rosariosy demas donativos espirituales que les franqueaba: Recon- ciliaba á los que tenian algun odio, ó enemistad con sus prógimos, unía al esposo con su esposa, al padre con el hijo, y era la paz de las familias. Gomo todos lo veneraban como á un Santo y amigo de Dios, no ha- bia para ellos mayor consuelo que ver entrar por' sus puertas al V. Padre y ya sabian que sus' entradas no eran para perder el tiempo, ni para limosnas, ni cosas temporales, sino para el bien de sus almas. Por eso lo amaban todos con tanto estremo que cuando'iba por la calle continuamente lo paraban personas de todas clases, ricos, pobres, mugeres y niños. El iba siempre earga- do con sus alforjas bien prevenidas de mil cositas espi- rituales, con especialidad de rosarios; y á todos con ge- nerosidad franqueaba del tesoro espiritual que consigo traía. Hizo venir de los lugares Santos de Jerusalen ca- jones de cruces, y reliquias de las “que alli abundan, mandadas á él por aquellos santos religiosos con quie- nes tenia comunicacion, especialmente con los PP. del Convento de “N. P.: S. Francisco, de Nazaret. De Ro- ma le venian cajones” de huesós de -“sántos “corv sus. cor- respondientes auténticas. Todas estas preciosidades eran el dulce cebo cón que átraia las almas para apoderar- se de ellas y ganarlás para Dios. Como entrase en algu- na casa para algun “astito de conciencia Ó para alguna confesión, bautismo, ó cosa semejante, ya se sabia que habia de dejar 4 su ida alguna señal de su generosidad caritativa y piadosa. De esta manera no es decible cuan- - lo. amaban: todos, y el fruto que producia en las almas.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz