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40 pa (1) Esta delicadeza la tuvo toda su vida, con esta vivió, y con esta concluyó sus dias” jera preciso qué asi fuese para haberse manejado con las'personas del siglo sin participar de str contagio. Dios nuestro Señor le puso este freno que bastante lo purificó' pata qué no” se 'destis záse ni en un ápice de la santidad á que el Señór lo hu bía destinado desde sus primeros años." 1 - CaprruLo 9. ; Paciencia en sus enfermedades. Y pr No hay una felicidad mas digna de envidia quévla de poseerse 4 sí mismo: .,Esta' posesion; dicé“S. Grego: rio, (2) no se puede alcanzar de manera “alguña'sin-el Sufrimiento y la paciencia en los trabajos que el Señof ¿»nos envia. Esta virtud es la raiz y guardia de todas las Virtudes, el que las tiene las tiene todas. Par la pacien- ¿cia poseemos como dueños y señores nuestras almas, esto ¿yes, á nosotros mismos; y cuando aprendemos “4 domi- ,¿narnos, en el mismo hecho ya comenzamos á poseer'la ¿que somos. Mejor es, dice «Salomon, (3)"el dos ,,padece y sufre, que 'el fuerte y valeroso; y: el que” ¿Mina á' su ánimo es mas apreciable que el conqtistador » de ciudades. La razon es, dice el mismo Santo, (4) por- ,,que es menor victoria la que se consigue venciendo ciu- dades; en este caso él vencedor triunfa de cosas 'que estan fuera de sf mismo, mas cuando el hombre-se v n- ¿ce 4 sí con la paciencia, obtiene un mayor vencimiento, porque él' mismo se vence, se sujeta á sí mismo bajo el Jugo que se impone.“ El que tiene esta virtud nada es capaz de arredrarle, que rújan los abismos, que el infierno todo 'se ponga en movimiento para hacerle guerra, que los hombres traten de despedazarlo, perseguirlo, infamar- lo, y reducirlo á la nada, él armado con la paciencia todo lo resiste: si como á Job permite que sea tocado por el enemigo feroz, y lo cubra de 'uma llaga viva 4 todo su cuerpo, él na perderá su resignacion , y esclamará en- (1) Tob. e 2. (2) $. Greg. Hom, 35. in Ev. (3) Prov. 16. (4) Lib, 5. Mor,€. 13» (u1D0a