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15 narias. Aunque fuera veinte leguas en el rigor del in- vierno las andaba gustesísimo por administrar este Sa- cramento,á pie y con las grandes incomodidades que diremos' en otra parte. En una ocasion fue desde Ba- dajoz hasta Lisboa solo con este fin. Si hubiera po- dido hubiera bautizado él solo á toda criatura: tenia éscritos todos los Bautismos que habia hecho, con sus cir- eunstancias tan exactas y comprobadas , que si se estravia- sen de los archivos las partidas originales, se encontraria ensus libros cuanto se podria desear. Consta de ellos que hasta Julio de 1830, tenia: bautizadas siete mil perso+ nas., Es imposible conocer, penetrar y''menudamente escadriñar adonde iban á parar estas tan Yaras, tan asom= brosas operaciones de su espíritu; mas se via bien su voz, se sentia, se palpaba, como se siente la impresion del aire agitado: esto es, se echaba de ver-hasta la: evidencia lo verdadero de su fervor, que todo dimanaba de aquel fue- go de caridad. Nadie podia dudar de su' virtud, cuan+ tos le hablaban, cuantos le trataban, cuantos lo obser. vaban y miraban no podian menos de confesar que era un Justo, un amigo de Dios, un hombre estraordinario, y de consiguiente que todo: lo que hacia' era dirigido por el Espíritu Santo, por los movimientos de su gra- cia... Un antiguo filósofo (1) decia : ¿Aquellos que se ¡dirigen por un instinto divino, no conviene sean/acon- »sejados, segun la razon humana, sino que sigan el ins= tinto interior , porque son movidos por un principio Mejor. Aquel, decia el Angélico Maestro; (2) á cuya Sabiduria y poder todo está sometido, con sus movimien+ tos interiores, nos asegura para no caer en la estulticia, Ignorancia y otros vicios, cuando por sus dones seguimos con perfeccion los impulsos suyos.“ Asi dehemos creerlo del V. P. Fr. Salvador, y estees el concepto que se mére- ce en razon de la sautidad de su vida. | (1) Arist. 3. 7. moral. (2) Ap. Alap. ubl. supra.