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ro tales, y ellos 'son los 'ecónomos y dispensadores de estos bienes preciosísimos “ademas enel Bautismo concurren circunstancias muy particulares, que unen al bautizado con el Sacerdóte; sus relaciones son muy estrechas, El que ha recibido la potestad de hacerse hijo de Dios por el Bautismo, recibe tambien el consuelo de ser cons: tituido hijo espiritual del Sacerdote: el Eterno Padre y la Trinidad toda beatísima al tiempo de ser lavado pue- de decir: Este es mi hijo amado en quien. tengo mis com. placencias; (1) y el Sacerdote debe mirarlo'como caza que de un modo especial le pertenece. ¡ Cuantos motivos pa- ra inflamar el corazon de un Justo! El V. P. Fr. Salvador nada deseaba tanto como estender la gloria de su Dios, y unirse mas estrechamente con sus prógimos por lazos es- pirituales, que le proporcionasen las ventajas de un tra- to mas inmediato, y mas al alcance de sus deseos de promover la santificación de todos. Es verdad que la Iglesia tiene sus ministros señala- dos para la administracion de este Sacramento que por muchos siglos se dispensaba solamente por los Obispos, ó' por los que ellos particularmente designaban: mas habiendo variado esta disciplina; ¿porqué hemos de censurar la cónducta de este siervo del Señor? ¿No es éste Sacramento une cosa Santísima ? ¿No produce unos bienes incalculables? ¿No hace el que lo administra un beneficio inestimable á las almas? ¿No es su administra- cion un medio poderosísimo para que se desahogue un corazon inflamado en la caridad de Dios, y del prógimo? Se habla inconsideradamente cuando se censuran las acciones de las personas virtuosas; no porque una conduc- ta y manejo séa fuera del orden comun que practican los otros de su clase, no porque sea estraordinaria, y Ya* ras veces vista , se ha de reprobar : véase si las cosas que obran los Justos son santas, son conformes á los princi- pios de la revelacion; si su conducta varia en su rec- 41) $, Antonin, t. 3.<. 2.

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